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¿Por qué ha habido una subida en el precio de mi seguro anual?

¿Por qué ha habido una subida en el precio de mi seguro anual? Descubre cómo manejar y negociar este cambio inesperado

Ante la renovación (o nueva contratación) de la póliza de coche, muchos conductores se encuentra con una realidad: la subida del precio de su seguro anual. Una subida que, en ocasiones, es lo suficientemente alta como para sorprender y plantear si esa es la mejor alternativa o si es necesario encontrar otro contrato más asequible.

Si te encuentras en esta situación y estás preguntándote cómo ha podido subir tanto el precio o si puedes hacer algo para negociar una bajada, en esta guía pretendemos no solo contestar estas cuestiones, sino también darte algunos consejos para afrontar el aumento.

Como expertos en seguros, sabemos que la seguridad y la protección tienen un precio, pero también sabemos que es importante entender todo lo que implica ese precio para contratar solo aquello que uno necesita y se puede permitir.

¿Por qué sube el seguro cada año?

La subida del precio del seguro suele ser anual, coincidiendo son su renovación cada doce meses. Es en ese momento, cuando el tomador de la póliza revisa la renovación, descubre que, aunque las condiciones son las mismas, el precio es notablemente superior. ¿A qué se debe ese cambio?

Las razones son varias, como vamos a ver, e implican factores de aumento de tarifas externos (como los precios del mercado) e internos (como el tipo de vehículo, la siniestralidad o el propio conductor).

“Quien no quiera ser aplastado, debe negociarlo todo.”

— Carlos Monsiváis
Carlos Monsiváis
Carlos Monsiváis

Factores por los que se produce una subida en el precio de un seguro anual

A pesar de que no es algo evitable (o no siempre), conocer los factores de aumento de tarifas siempre es útil. Nos permite no solo comprenderlo, sino también preverlo y poder reflejarlo en nuestros presupuestos.

Cambios en el mercado e inflación

El famoso, y temido, “mercado” también afecta al mundo de los seguros. Lo hace de manera directa, como cuando en enero de 2021 subió el Impuesto Sobre Primas de Seguros (IPS) del 6% al 8%, pero también de manera indirecta por la inflación general de sectores relacionados (como el mecánico o el sanitario). Veámoslo con más detalle:

  • Expertos coinciden en que el mantenimiento y reparación de los coches cada vez cuesta más (concretamente, casi un 18% más), por lo que los seguros que cubren ambos aspectos deben subir también. De no hacerlo, las compañías aseguradoras seguirían asimilando un sobre coste que ya estaba causando estragos.
  • También están subiendo (en un 16%) los costes de indemnización por daños personales a causa de un accidente de tráfico.
  • Aunque a veces nos pille desprevenidos, lo cierto es que el aumento debido a la inflación suele venir recogida en el contrato de seguro en forma de “revalorización según el Índice de Precios al Consumidor”. El IPC es, en pocas palabras, la medición oficial de la inflación, y forma parte de muchos de los contratos que firmamos (los del seguro, los de alquiler…). Por lo tanto, aceptamos previamente, en la firma de la póliza, que pueda aumentar el precio sin necesidad de que se nos notifique.

En definitiva, debido a la situación del mercado, que tiende al alza, las aseguradoras se ven en la necesidad de subir sus precios para equilibrar su ratio combinado. Este ratio es el que usan para medir la rentabilidad de sus productos aseguradores y poner en relación los ingresos (las primas de sus seguros) y los costes (aquello que terminan cubriendo a causa de la siniestralidad). Cuando este ratio no es rentable y se acerca o supera el 100% (es decir, cuando los costes están por encima o muy cercanos a los ingresos), la empresa pierde dinero y debe “reequilibrarse” aumentando su tarifa.

El aumento de la siniestralidad

De un año a otro, el precio de un seguro de coche puede subir debido a la siniestralidad. Cuando un tomador o conductor da muchos siniestros, la aseguradora aumentará el precio de su póliza cara a la renovación, pues entiende que le genera muchos costes y debe equilibrar el ratio.

Igualmente, las aseguradoras premian a aquellos conductores que no reportan problemas. Es por ello que un “buen comportamiento” suele ser algo a valorar si se quiere negociar el precio de una póliza y optar a bonificaciones por no siniestralidad. No obstante, como hemos visto, esto también puede jugar en contra, hasta el punto de que una compañía se niegue a renovar el contrato de seguro.

Por otro lado, el aumento general de la siniestralidad implica un aumento global de la tarifa de los seguros.

La agravación del riesgo: una razón para la subida del precio del seguro anual

Relacionado con la siniestralidad está la agravación del riesgo. Cuando se solicita hacer alguna modificación en la póliza y esta supone un riesgo, la tarifa aumenta. ¿Qué se considera en esta evaluación de riesgos personales?

  • Incluir a un tipo de conductor ocasional de mayor siniestralidad (por ejemplo, una persona que acaba de sacarse el carnet o menor de 26 años).
  • Añadir un complemento o accesorio opcional al coche que pueda comprometer de algún modo su seguridad (el famoso “tuneo”, por ejemplo, implica la subida del precio del seguro anual).
  • Haber recibido varias multas por infracciones de tráfico, aunque no hayan implicado siniestros, influye negativamente en la evaluación de riesgos personales.
  • Cambiar el lugar de residencia y mudarse a una localidad con más tráfico y, por lo tanto, mayor siniestralidad posible.
  • No disponer de un estacionamiento propio y privado, ya que aparcar el coche a la intemperie se entiende como de mayor riesgo.

Ajustes en la legislación y la política de la compañía de seguros

Como es lógico, puede darse el caso de que las condiciones de la póliza cambien y estas modificaciones aumenten el precio. No solo eso, sino que también pueden producirse variaciones a nivel legal y de regulación de seguros.

Estos son algunos de estos ajustes:

  • Renovación sin descuento. Suele ocurrir cuando la póliza se contrató en un primer momento con algún tipo de bonificación que, al renovarse, ya no se aplica.
  • Aumento de las coberturas. Cuando un seguro pasa de cubrir solo la responsabilidad civil a un todo riesgo, la tarifa, como es lógico, subirá.
  • Cambios en la tipología del vehículo. A partir de 2024, mucha maquinaria agrícola pasará a ser denominada “vehículos de motor” por lo que su seguro deberá adaptarse.
  • Cambios en la política de seguros de la empresa, porque esta modifique, por ejemplo, qué coches considera antiguos.
Aumento de las coberturas
Aumento de las coberturas

¿Cuánto puede subir el seguro del coche de un año a otro?

Tras leer esta primera parte de nuestra guía sobre la subida de un seguro anual, es posible que estés preguntándote hasta dónde puede llegar esa subida.

Pues bien, ya hemos visto que depende de una serie de factores y que no todos ellos tienen por qué darse a la vez o en la misma medida. Por ejemplo, solo por el IPC el seguro podría aumentar en un 3% o incluso menos, hasta el punto de ser casi imperceptible. En cambio, si ha habido una alta siniestralidad, la subida puede ser de un 30%.

En cualquier caso, y sin importar qué factor lo causa, la aseguradora tiene la obligación legal de comunicar la subida del precio del seguro anual con dos meses de antelación. La única excepción es que el aumento se deba al IPC recogido en el contrato inicial. Tras la notificación, el tomador dispone de un mes para decidir si renueva o no la póliza, así lo certifica la Ley del Contrato de Seguro.

¿Cuánto han subido los seguros los años anteriores?

Es complicado prever la subida de un seguro a nivel individual, pues depende de aspectos como el conductor o el tipo de automóvil. No obstante, sí hay datos históricos de lo que, de media, han aumentado los precios de los seguros. Estos son los datos de los últimos años:

¿Cómo afrontar la subida del precio de mi seguro anual?

Aunque entender el porqué de la subida del precio de tu seguro anual es útil, no evita que el incremento ocurra.

Por lo tanto, igualmente importante es afrontar la situación con conocimiento de causa y entendiendo que, a pesar de que no lo parezca, siempre hay espacio para la negociación. O, al menos, para tomar otras decisiones como no renovar y cambiar de seguro o contratar una póliza con menos coberturas, pero más accesible.

Hacer una comparación de seguros

Cuando se produce una subida en el precio de nuestro seguro anual, lo más probable es que, antes de aceptarla, evaluemos otras aseguradoras. Estas son las recomendaciones para que el proceso sea exitoso y verdaderamente tomes la mejor decisión:

  • Pide presupuestos en varias compañías y también dentro de una misma. Esto es crucial, ya que muchas empresas disponen de un servicio asegurador más barato al que remiten a los clientes que no pueden pagar sus seguros “normales”.
  • No te quedes directamente con las alternativas de seguros más baratas, sino las más rentables. Puede que una póliza te parezca muy asequible y pienses que ese es el mejor porque es la menos costosa respecto a otras. No obstante, es fundamental que compruebes el porqué de esa diferencia. Por ejemplo, ¿cómo afecta a las coberturas? ¿El servicio al cliente será luego peor? Muchas pólizas “low cost” lo son porque luego, en caso de necesitar ayuda o tener que dar un siniestro, solo podrás contactar a la aseguradora a través de un chatbot.
  • Haz una buena valoración de las coberturas, especialmente si están incluidas las mínimas exigidas por la ley y la DGT. No querrás que, por pagar menos, te quedes sin una cobertura esencial para ti. Por ejemplo, según donde vivas, puede resultar imprescindible una cobertura por robo o rotura de lunas. Esto es algo que conviene ver con detalle.

“El poder en una negociación se obtiene de dos elementos: los incentivos y las sanciones.”
— Alejandro Hernández

— Alejandro Hernández
— Alejandro Hernández

La importancia de la valoración de coberturas

Como adelantábamos, es importante valorar no solo el precio en sí, sino qué incluye a nivel de coberturas. ¿Por qué? Porque son estas las que suelen determinar que el pago final sea más o menos alto. Generalmente, cuantas más coberturas, mayor es la prima.

Sin embargo, es vital entender que muchas veces lo barato sale caro y que no se trata de pagar menos, sino de pagar lo que se ajusta a nuestro presupuesto y nuestras necesidades.

Pueden darse, así, dos casos:

  • Que estamos pagando de más y, ante la subida del precio del seguro anual, podamos reducir el importe eliminando algunas coberturas.
  • Que la subida sea lógica y no podamos “frenarla”, pues hacerlo implica desproteger nuestro automóvil.

Por lo tanto, a la hora de hacer ajustes para paliar el aumento en la prima, debemos considerar si esos ajustes son positivos o no en nuestro caso concreto. Volviendo al ejemplo de la rotura de lunas, esta cobertura puede ser imprescindible para un conductor que vive en un lugar donde son frecuentes las tormentas con granizo y que no tiene aparcamiento cerrado y privado. Sin embargo, sí podría ser una cobertura a eliminar para una persona que reside en una ciudad en la que apenas ha habido granizadas y que, además, estaciona su coche en un parking privado y con techo.

En conclusión, al hacer la valoración de coberturas preocúpate de entender bien qué implicaciones tendría cada modificación y cómo repercutiría no solo en el precio, sino en la seguridad.

Abordar la negociación de primas ante la subida de precio de un seguro anual

Un precio de un seguro nunca está tan cerrado como pueda parecer. Aspectos como las coberturas siempre pueden cambiarlo, pero también hay otros factores que pueden servirnos en la negociación de primas:

  • Bonificaciones por no siniestralidad: como hemos explicado en apartados anteriores, un buen expediente como conductor puede ser tu mejor carta. Si efectivamente no has dado siniestros, házselo ver a tu aseguradora y solicita que sea considerado para rebajar el importe o, al menos, para paliar la subida del precio de tu seguro.
  • Descuentos por contratar varias pólizas: es muy probable que, además del coche, tengas también un seguro de hogar o sanitario con la misma compañía. En ese caso, pide que esa “lealtad” tome forma de crédito y te lo descuenten del precio final. Aunque no lo creas, la empresa se verá en la disyuntiva de concederte la rebaja o de que, si no lo hacen, quizá te lleves todos los seguros, por lo que preferirán la negociación de primas.
  • Pago único: en lugar de pagar mes a mes, pregunta si, haciendo un pago único, existe alguna rebaja. Si hasta ahora el importe ha sido mensual, puede que mitigues el aumento si, este año, el pago lo haces en un solo movimiento.
  • Debate sobre las condiciones: si la subida del precio de tu seguro anual es excesivo y sobrepasa lo establecido por el Índice de Precios al Consumidor, negocia que ese aumento lleve algo añadido, aunque no sea sobre la póliza en sí. Por ejemplo, un descuento para tu seguro de hogar o una revisión previa a la ITV gratuita.
Abordar la negociación de primas ante la subida de precio de un seguro anual
Abordar la negociación de primas ante la subida de precio de un seguro anual

Contrata alternativas de seguros mientras comparas y negocias

Algo que muchos conductores no saben es que existen otras modalidades aseguradoras, como son las pólizas temporales.

Además de resolver las necesidades de conductores en situaciones concretas como matricular un coche extranjero o hacer un viaje internacional no cubierto por el seguro tradicional, los seguros temporales pueden venir bien mientras se comparan y negocian pólizas anuales.

Las ventajas de un seguro temporal

Imagínate que tu aseguradora te ha comunicado la subida del precio de tu seguro anual. Tienes un mes para decidir si renuevas y pagas más, o cancelas el contrato. Puede parecer mucho tiempo, pero en ocasiones no lo es, sobre todo si eliges eliminar el seguro, pero no te da tiempo a valorar otros.

No obstante, por mucho que tengas que pensar, el coche no puede estar sin seguro, así que en este ínterin puedes contratar un seguro temporal en línea, fácil y ágilmente, para salir del apuro. Tu vehículo estará protegido y tendrás el tiempo y la tranquilidad para comparar pólizas anuales.

Esa adaptación exacta al tiempo que necesitas tu seguro (bien sean días, semanas o meses) es solo una de las ventajas de los seguros temporales, pero tienen otras muchas:

  • No obliga a la renovación anual. Una vez la póliza venza, puedes elegir libremente hacer un nuevo contrato (por otro periodo) o no.
  • El precio también se adapta al tiempo, y pagas solo por lo que necesitas.
  • La contratación es muy sencilla. Suele realizarse por internet, pudiendo contactar con agentes especializados en caso de necesitarlo, y enseguida se reciben los documentos del contrato.

Un seguro adicional

Por último, algo a tener también en cuenta es que el seguro temporal puede ser adicional. Con esto queremos decir que si para afrontar la subida has limitado al máximo las coberturas, quedándote solo con la responsabilidad civil obligatoria, puedes contratar un seguro temporal que amplíe la protección cuando lo necesites.

Esto es lo que hacen muchos conductores que tienen un segundo coche que apenas usan en el garaje. Quizá lo tienen asegurado con una póliza a terceros ampliada, pero, en la renovación, el precio aumenta mucho, así que deciden contratar solo una a terceros. No obstante, cuando sí van a usar el coche para algún viaje o imprevisto, contratan un seguro temporal.

Conclusión: lo que necesitas saber ante la subida de precio de tu seguro anual

Si has recibido la notificación que va a haber una subida de precio en tu seguro anual, es momento de valorar no solo cuál es ese incremento y su porqué, sino también lo que supone.

El primer paso, como es lógico, es analizar si tu presupuesto se puede permitir esos euros de más. Si la respuesta es sí, no debería haber mayor problema, aunque nunca está de más negociar condiciones y revisar que efectivamente nada cambia a nivel de coberturas.

En caso de que la subida no puede ser asumida por tu bolsillo, la negociación pasa a un primer plano. Recuerda estudiar siempre tus opciones (sobre todo posibles descuentos y bonificaciones por no siniestralidad) y presentárselas a tu compañía de seguros. Mantente siempre abierto a llegar a un acuerdo, pero no cierres la puerta a otras alternativas.

Una de estas alternativas es el seguro temporal, que puede protegerte durante esa comparación y negociación de pólizas, y también como seguro adicional si, finalmente, decides optar por un seguro anual más barato y no tan completo.

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