Tomar la decisión de vender tu vehículo implica una serie de trámites y también el cumplimiento de unas obligaciones legales. No es suficiente con anunciar la oferta y esperar a que el comprador llegue. Para asegurar que el proceso satisface todos los requisitos, tanto de las partes implicadas como de la Administración, conviene informarse y no dejar nada suelto.

Cometer un error puede hacer que la transacción no se complete o que, si lo hace, vendedor y/o comprador no tengan todos sus derechos cubiertos.

Si vas a vender tu vehículo, no querrás que ningún imprevisto ponga en peligro la venta o que esta termine no siendo rentable para ti. Te contamos cómo evitar que esto ocurra y cuáles son los pasos para completar el proceso.

¿Cuánto vale tu coche? Cómo valorar la calidad de tu vehículo y definir el precio

Cuando vendemos cualquier objeto personal, especialmente un coche, una de las tareas más complejas es ponerle un precio. Se debe tener en cuenta no solo el aspecto del coche o los años de uso, sino también factores como la marca, el kilometraje o el tipo de carburante que utiliza.

Si has decidido vender tu vehículo a través de un tercero (un concesionario o un comercio especializado), serán ellos quienes marquen el precio. No obstante, muchos conductores deciden encargarse ellos mismos del proceso para evitar pagar comisiones y llevar un control preciso de la transacción.

Si ese es tu caso, estos son los aspectos que, de manera orientativa, debes considerar a la hora de valorar tu automóvil.

Inspección del vehículo: cómo el estado del coche influye en el precio

En toda transacción, uno de los aspectos fundamentales para fijar el precio es la calidad de aquello que se vende. En los coches de segunda mano, todo lo que afecte al buen funcionamiento del vehículo influirá en su precio. Por lo tanto, una inspección del vehículo total y detallada es el primer paso para determinar su valor económico. Estos son los elementos a revisar:

• La carrocería: abolladuras, rozaduras, óxido bajo la pintura, reparaciones previas… Aunque puedan parecer aspectos puramente estéticos, también influyen en el precio.
• El kilometraje: cuanto menor sea (es decir, cuanto menos kilómetros haya circulado el coche), mejor. Un vehículo con poco kilometraje suele venderse a un precio mayor.
• El motor: verifica que no hay ninguna fuga y que siguen funcionando con un buen rendimiento, sin hacer ruidos sospechosos.
• Los frenos: un buen sistema de frenado es crucial para la seguridad del vehículo. Cualquier fallo deberá ser resuelto o, si se prefiere no invertir y que sea el futuro comprador quien se encargue, deberá disminuirse considerablemente el precio.
• Los neumáticos: no solo hay que comprobar pinchazos o si necesitan llenarse. El factor primordial a considerar es su desgaste.
• El sistema eléctrico: cerciórate de que las luces, especialmente las de indicación, funcionan. También comprueba los sistemas de aire acondicionado y calefacción y otros componentes eléctricos.
• Los bajos del vehículo: transmisiones, barras de dirección, suspensión, línea de escape…
• El interior: aunque elementos como el tapizado de los asientos parezcan no influir en el precio, pues no lo hacen en la conducción o la seguridad vial, lo cierto es que son importantes. Un comprador que perciba el vehículo como muy usado por lo desgastados que están los asientos, solicitará una rebaja en el precio.

Este mismo peritaje lo hará el comprador antes de tomar una decisión. En consecuencia, no hay ningún aspecto que pueda esconderse y que, tarde o temprano, no vaya a salir a la luz. Que el estado de alguno de estos elementos no sea el óptimo no quiere decir que el coche no pueda venderse, simplemente que esos fallos deberán verse reflejados en el precio o que deberán solucionarse previamente.

“Lo comprado al precio de muchos ruegos, es caro.”

— Juan Luis Vives

Métodos adicionales para fijar el precio de venta de un coche

Una vez verificados aspectos como el kilometraje o el estado general del vehículo, puedes hacer algunas comprobaciones extra. En este caso, no son sobre el coche en sí, sino que son más bien consultas que ayudan a determinar el precio final.

• Haz una investigación de mercado para descubrir cuál es el precio que otros vendedores han puesto a tu mismo modelo de coche. Analiza también si hay mucha oferta, pero poca demanda, o al revés. Si, por ejemplo, el coche que tú vendes está muy solicitado, pero no hay mucha disponibilidad, esto te permitirá subir el precio.
• Comprueba tablas de devaluación de los costes de un coche ofrecidas por Hacienda y que especifican cuánto disminuye el precio de un vehículo de segunda mano según los años de uso.
• Calcula el precio a través de una plataforma especializada. Muchas de las páginas que se utilizan como intermediarias para vender un vehículo de segunda mano disponen de estas calculadoras, que podrás usar aunque luego no contrates los servicios de la página.
• Contrata a un tasador. No es un intermediario como tal, ya que no se encargará de vender o hacer publicidad tu vehículo. Simplemente, gracias a su conocimiento profesional, podrá establecer con precisión el valor económico del coche.
• Consulta a tu compañía de seguros cuál es el precio estimado de tu coche. Esta estimación será de gran ayuda, pues las aseguradoras consideran el historial de siniestros del vehículo (si, por ejemplo, los frenos suelen fallar, esto debería reducir el precio).
• Pon un precio alto, pero por debajo del precio de un profesional de la compraventa de vehículos: en términos numéricos, tu precio debería ser un 10-15% menos del de un vendedor profesional (por ejemplo, un concesionario de segunda mano). No obstante, no lo rebajes más, pues sobre ese precio luego los potenciales clientes querrán negociar.

Poner a la venta tu coche

Ojalá solo fuese necesario poner un cartel de “vendo mi coche” para encontrar un comprador, pero lo cierto es que se necesita un poco más de trabajo comercial.

El primer paso hacer publicidad de forma adecuada, para luego, una vez tengamos ofertas de algún comprador, negociar la transacción.

Cómo anunciar que vendo mi coche

En cualquier anuncio de venta de coche, las fotografías del vehículo constituyen una publicidad efectiva. Es lo primero que un comprador querrá ver para hacerse una idea general del estado del automóvil y de su aspecto, para comprobar así si se ajusta a lo que está buscando.

• El primer consejo es no escatimar en fotos. Algo que se aplica no solo al número de imágenes, sino también a su calidad. Para ello, haz las fotos con buena luz, desde diferentes ángulos y de modo que se aprecien los detalles más importantes.
• En la descripción del coche, incluye la información más relevante (años de uso, kilometraje, marca y modelo, etc.) y cualquier otro detalle que creas que puede animar a la venta (por ejemplo, que los asientos están recién tapizados o que en los últimos años el coche ha estado a buen resguardo en un garaje).
• Sobre dónde publicitarlo, puedes optar por páginas de pago, que suelen dar una mayor sensación de fiabilidad. No obstante, no olvides que hay otras plataformas en Internet gratuitas (como Wallapop) a las que también acuden muchos compradores y que son seguras para realizar transacciones de todo tipo. En cualquier caso, no es conveniente ceñirse a un solo anuncio, sino poner varios.
• Ponte en el lugar del posible comprador y entiende que esa persona puede requerir más información, así que estate siempre dispuesto a darla. También puede solicitar ver el coche en persona o incluso probarlo.

La negociación de precios

Aunque hayas fijado un precio para vender tu vehículo, lo más probable es que los posibles compradores hagan contra ofertas, buscando algún tipo de descuento. Siendo así, es imprescindible que te prepares para negociar. Estos son algunas recomendaciones que deberías tener en cuenta:

• Baja el precio poco a poco: no tengas prisa durante una negociación de precios y no hagas rebajas extremas.
• Sé consciente de los desperfectos del coche y de cómo (y cuánto) estos pueden afectar en las posibles bajadas del precio.
• No pierdas tiempo negociando con compradores que piden bajar mucho el precio y de golpe. No estás vendiendo tu coche para hacer un favor a una amistad, sino para hacer un negocio.

¿Qué documentos necesito presentar para vender mi vehículo?

Una vez hemos encontrado un comprador y hemos llegado a un acuerdo sobre el precio, es momento de iniciar los trámites para completar la el proceso.

La venta de un coche no implica solo un trato económico, sino también el cambio de titularidad del vehículo ante la Dirección General de Tráfico. Por ello, dentro de la documentación a aportar, se incluyen el contrato, el pago de impuestos y una serie de papeles que certifican que el propietario ahora es otra persona.

Documentación que el vendedor debe entregar al comprador

Como vendedor, se deben presentar una serie de documentos que certifiquen que el coche está al día con sus obligaciones fiscales y técnicas. No son trámites requeridos por la DGT para la transferencia de titularidad, pero sí aseguran que la transacción está siendo justa y que no habrá sorpresas para el vendedor.

• Informe reducido del estado del automóvil: puede solicitarse en la DGT de manera gratuita. Incluye los datos de identificación del automóvil, de quién es hasta ese momento el titular y de cualquier incidencia (si la hay) que pudiera impedir su circulación. Es un documento que el comprador querrá tener.
• Recibo del Impuesto Municipal de Circulación: es un tributo anual que debe pagarse para todo coche. El vendedor prueba así que está al día con sus obligaciones fiscales y que no será el vendedor quien deba afrontar posibles deudas.
• Permiso de circulación del vehículo y tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos: ambos documentos certifican que el coche puede circular sin peligro.

Documentación a aportar para cambiar la titularidad del coche

Una vez el vendedor cuenta con la garantía de que el coche está en buen estado y tiene los papeles en regla, es momento de acudir a la DGT para tramitar el cambio de propietario. Para este procedimiento se requieren:

• Un contrato de compraventa que certifique que el comprador entrega un coche de unas características concretas al vendedor a cambio de un precio. Deben aparecer los datos personales y las firmas de cada uno, además de la fecha y la hora de signatura. La propia DGT ofrece un modelo de contrato. Es un documento imprescindible no solo para oficializar la transacción, sino para asegurarla. Con él, tanto vendedor como comprador, puedan probar que la venta se realizó bajo unas condiciones acordadas. Esto es útil si, por ejemplo, por algún fallo burocrático, las multas siguen llegando al antiguo titular (es decir, al vendedor); el contrato le serviría para impugnar esas sanciones.
• El recibo del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales: de este tributo debe hacerse cargo del comprador, es decir, el nuevo titular. Se paga a través del modelo 620 y el precio depende de la Comunidad Autónoma en la que se resida.
• El documento de cambio de titularidad: también el comprador debe pagar la tasa de cambio de titularidad (aproximadamente 55 €) y presentar la solicitud ante la DGT (presencial o telemáticamente). Este es el último paso pues, junto a dicha solicitud, hay que aportar el contrato y el recibo del impuesto patrimonial.

“He elegido a los automóviles como símbolo de extrema libertad para el hombre.”

— Enzo Ferrari

El seguro de coche cuando vas a vender tu vehículo

Durante el proceso de vender o cambiar de vehículo suele surgir la pregunta del seguro. Como marca la ley, todo coche que esté dado de alta en la DGT debe disponer de, al menos, el seguro de responsabilidad civil obligatorio. Por lo tanto, y aunque el cambio de propietario sea inminente, el coche no puede estar sin seguro y es responsabilidad del vendedor cumplir con esta normativa, al menos hasta que deje de ser oficialmente su titular.

La cuestión es que, una vez se toma la decisión de vender el vehículo, no sale rentable pagar un seguro anual. Por suerte, los seguros temporales aportan una solución a la medida de las circunstancias.

Son pólizas totalmente adaptables, ya que se contratan fácilmente en línea y se activan durante periodos de tiempo cortos, sin imposición de renovarlas o pagar una prima anual si no es necesario. De este modo, el vendedor puede mantener el automóvil seguro y protegido hasta que se cierra la venta y durante cualquier prueba del vehículo que el comprador solicite hacer.

Los seguros temporales, por lo tanto, aportan una protección adaptada y, además, el cuánto cuestan estas pólizas también se adapta a esa temporalidad. El vendedor solo pagará el seguro para los días, semanas o meses que lo necesite. Una vez acabado dicho periodo, podrá renovarlo o no. En caso de querer cancelarlo, no tendrá que iniciar un arduo papeleo ni una disputa con la aseguradora (algo que sí suele ocurrir cuando se quiere anular una póliza de doce meses antes de que acabe al año).

Aunque son una modalidad de seguro óptima en todos los contextos de compraventa, resulta especialmente recomendable cuando la transferencia de titularidad se hace entre un comprador y vendedor de diferentes países. Si el coche debe traerse o llevarse al extranjero, un seguro temporal ofrece la protección necesaria e internacional sin, de nuevo, comprometer al pago de una póliza anual.

Transferencia de titularidad: todo lo que necesitas saber para vender tu vehículo

Como hemos adelantado, el cambio de titularidad de un coche se hace en la DGT. El trámite puede realizarse en persona, acudiendo a una de sus oficinas, u online a través de su sede electrónica (ten en cuenta que, en este caso, necesitarás un certificado de identidad digital para identificarte).

La documentación necesaria para completar dicho trámite es la siguiente:

• Solicitud oficial correctamente rellanada y firmada por el anterior propietario (vendedor) y el nuevo propietario (comprador).
• Documento que acredite la transmisión del vehículo, es decir, el contrato de compraventa.
• Identificación del nuevo propietario (DNI, permiso de conducir, NIE, pasaporte o tarjeta de residencia).
• Fotocopia de un documento de identidad del antiguo titular.
• Justificante de haber pagado la tasa de solicitud o, si se va a abonar en el momento, una tarjeta de crédito.

Como es lógico, si el procedimiento se hace en línea, los documentos requeridos serán los mismos, pero estos deberán digitalizarse para subirse a la plataforma.

Conclusión: cómo vender tu vehículo con éxito

Si vas a vender tu vehículo, no querrás que nada salga mal Es una transacción importante y que implica grandes cantidades de dinero, pero también la tramitación de una serie de documentos, solicitudes e impuestos.

Ir paso a paso, garantizando el cumplimiento de las normas y protegiendo los derechos de vendedor y comprador, es fundamental para que todo vaya bien y el intercambio sea un éxito.

Desde la valoración del vehículo hasta la transmisión oficial de la titularidad, pasando por la negociación de precios y la firma del contrato, contar con información veraz y dejarse aconsejar, es el mejor consejo que podemos darte.

Por supuesto, también es crucial investigar cuáles son todas las opciones disponibles, especialmente en cuestión de seguros. Es un tema que suele quedar relegado y al que no se presta atención, pues parece secundario respecto al acontecimiento principal (la venta). No obstante, contar con una póliza que proteja el vehículo y lo haga de forma adaptada a las circunstancias, garantiza no solo la seguridad del coche, sino de la venta.

En SeguroTemporal.es somos conocedores de esas circunstancias y también de las necesidades y dudas de quien vende su coche. Es por ello que ofrecemos pólizas que sean una solución y no un quebradero más de cabeza.

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